El
volcán Llullaillaco se encuentra localizado entre los países de Argentina y
Chile. Por parte de Chile aquel comprende el territorio de Antofagasta. Este es
considerado la tercera montaña de mayor altura, con 6 739 metros, en el
territorio chileno y el más grande de la Argentina. De parte del territorio
chileno, el volcán se comprende en el Parque Nacional Llullaillaco.
El
Volcán Llullaillaco es un estratovolcán, es decir uno de forma cónica que
presenta gran altura y cuya lava se caracteriza por enfriarse y solidificarse
antes de llegar a mayores distancias.
El
nombre de Llullaillaco proviene de dos voces quechuas: “llulla” que quiere
decir “mentira” y “yaku” que significa agua, lo que en conjunto le da la
nominación de “agua del engaño”. Algunos intérpretes creen que la primera
palabra provendría más bien de la voz “Lloclla” que significa caliente y que en
tal caso la interpretación correcta del nombre de Llullaillaco sería de “Agua
caliente”.
Entre
los atractivos turísticos que se encuentran en conjunto con el Volcán
Llullaillaco se puede mencionar su impresionante cumbre nevada, que contrasta
con la oscuridad de la aún lava que se puede observar en una de las laderas del
mismo.
Dentro
del territorio de Llullaillaco, asimismo, se han hallado restos humanos en
estado de congelación; impresiona el descubrimiento de tres cuerpos de infantes
que posiblemente hubieran sido dejados en el lugar a modo de sacrificios
rituales para aplacar la ira del volcán, considerado, en el mundo precolombino,
una deidad. En total se han descubierto un total de 8 cuerpos de niños
ofrecidos al volcán y acompañados de ricos ajuares que no fueron tocados hasta
su hallazgo por los expertos en la materia.
En
el complejo que comprende este volcán se encuentran además fuentes de agua en
la manifestación de lagunas que se localizan entre los 5 500 y los 5 800 metros
sobre el nivel del mar. Asimismo, como una contribución incaica, se puede
observar en Llullaillaco un camino creado por sus albañiles y que permitía el
acceso para el depósito de ofrendas a esta deidad. Estudios recientes
revelarían que existen por los menos tres caminos incaicos que conducen hasta
el Llullaillaco. En la actualidad una de las rutas sigue siendo usada tanto por
los practicantes del andinismo, como por los estudiosos y que manifiesta una subida por la pendiente
oriental.
El
interesado que quiera ascender por las laderas de Llullaillaco debe saber que
el recorrido puede realizarse tanto a pie como en acémila, aunque también existe
la posibilidad de optar por algún vehículo motorizado cuyo servicio se puede
adquirir en las comunas circundantes. Se recomienda, para los más interesados
en la aventura, realizar el recorrido a pie para poder acampar en el mismo
volcán por sobre los 4 500 metros y observar los bellos amaneceres que se
presentan en la zona.
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