El
Salar de Atacama es considerado el de mayor tamaño en Chile con una extensión
de 3 000 Km2. Aquel se encuentra en la región de Antofagasta a 2305
metros sobre el nivel de mar, y posee un interesante sistema hídrico que
posibilita la vida de una numerosa cantidad de aves. En este salar resalta un impresionante
paisaje de desierto árido con variedad de campos de sal y lagos igualmente
salados.
Se
piensa, a nivel histórico, que la zona conocida como el Salar fue la más
habitada del desierto de Atacama, desde tiempos remotos. Estudios han revelado
que aproximadamente en el año 1000 a.C. se asentaron alrededor del salar un
importante número de aldeas que empezaban a llevar un estilo de vida más sedentario,
evidencias de poblaciones futuras se encuentran a los alrededores del mismo.
El
Salar de Atacama comprende asimismo parte del territorio conocido como Reserva
Nacional los flamencos – que fue creada en 1990 – y a la que los interesados acuden
para poder avistar a esta interesante especie de aves que se asientan en las
zonas de Soncor y Quelana. Junto con los flamencos más comunes también se
pueden hallar alrededor de los lagos al flamenco andino, al flamenco de
james y al flamenco chileno. Otras
especies de aves que abundan en el salar son el ñandú, los gansos, patos, etc. Asimismo se encuentran en el Salar de Atacama
mamíferos como llamas, guanacos, entre otros.
El
Salar se encuentra a tan solo 55 Km hacia el sur del pueblo de San Pedro de
Atacama. Alrededor de este, además, se pueden observar distintos atractivos
turísticos, como es el caso de la Cordillera de la Sal cuyo avistaje del
atardecer es verdaderamente inolvidable cuando los colores de sus cielos varían
de una tonalidad de rojo a purpurina para finalmente tornarse negros. Otro
atractivo de los alrededores es el poblado de Tulor o Aldea de Tulor,
considerada uno de los sitios arqueológicos de mayor antigüedad en esta zona
del país; en esta área se pueden visualizar diferentes construcciones de base y
forma circular que se vinculan entre sí y que datarían de entre los años 800
a.C. a los 500 de nuestra era.
Un
paisaje de arenas predominantemente blancas y aguas cristalinas esperan en San
Pedro de Atacama, a todos aquellos turistas interesados en conocer su
impresionante Salar que es el albergue de una importante variedad de especies
de flamencos que pueden ser observados dentro de su escenario natural.
