Ahu
Akahanga se encuentra localizado en la localidad de Akahanga, en Isla de
Pascua, región de Valparaíso. Este es un importante centro ceremonial, no solo
por la presencia de móai en su territorio, sino por el valor histórico que
representa en su espacio.
Ahu
Akahanga presenta una extensión de tan solo 18 metros de largo. Aquel Ahu tiene
un total de 12 móai. Un móai es una construcción monolítica que presenta forma
humana. Aquellos eran elaborados con la finalidad de representar a los
antepasados de los pascuenses, ante los cuales los descendientes rendían culto
para, posteriormente, recibir el “mana” de aquellos. En el caso de los móai de
Ahu Akahanga, aquellos han pasado por diferentes periodos, en la actualidad, se
los puede apreciar derrumbados y separados de sus pukao. Incluso hay uno
próximo a la costa, producto del intento de ser trasladado hasta las embarcaciones.
Este
sitio también es importante por ser la morada para el descanso final del rey
Hotu Matua. El Rey Hotu Matua era el gobernante fundador de la cultura
pascuense en la isla. Aquel arribó hasta estos territorios luego de tener
sueños, en los cuales se le aparecía la deidad Make-Make (el dios hacedor),
quien le revelara la próxima destrucción de la isla de Hiva y la necesidad de
buscar una nueva tierra.
En
los alrededores, además se pueden hallar diferentes estructuras habitacionales
tradicionales del pueblo de Hotu Matua, mismas que se caracterizaban por su
forma de botes al revés; asimismo también se reconocen algunas cavernas. En el
sitio además resalta un móai derrumbado y de gran tamaño, que se encuentra boca
abajo.
Para
poder llegar hasta este Ahu, se puede acudir a través de la Av. Atamu Tekena,
desde donde se toma la Av. Hotu, para continuar en dirección sur. El sitio
puede ser visitado durante todo el año, gracias a la calidez de su clima. El
lugar es ideal para la práctica del hiking y la toma de las más bellas
fotografías.
En
los alrededores del centro se encuentran distintos sitios para la comodidad del
turista, tales como hospedajes con espectaculares vistas; además de
restaurantes, donde se sirve comida tradicional, mucha de la cual se elabora
con productos recién extraídos del mar, lugares de esparcimiento e interesantes
ruinas y centros ceremoniales donde hay diferentes diseños de móai además de glifos.
