Los
Geoglifos de Pintados son un patrimonio arqueológico que se encuentra localizado
en la Comuna de Pozo Almonte, en la región de Tarapacá, en Chile. Aquellos
están comprendidos en el territorio de la Reserva Natural Pampa de Tamarugal.
Estos
Geoglifos fueron una obra hecha por los primeros pobladores que habitaron el
territorio, cuya identidad, hasta la fecha, es aún motivo de estudio, aunque
existen ciertos investigadores que tienen la creencia de que aquellos tendrían
cierto vínculo con la cultura Tiahuanaco y que habrían sido elaborados entre
los años 500 al 1450 d.C.
Los
Geoglifos ocupan una extensión de 3 kilómetros y se hallan asentados sobre las
laderas de un cerro (Pintados) que presenta 45º de inclinación. El conjunto se
conforma por un total de 384 figuras distribuidas en 66 grupos en los cuales se
reconocen diferentes formas de animales (en especial aves), humanos,
geométricas, entre otras cuyo significado aún sigue siendo un misterio y parte
de la cosmovisión de la cultura que los creó. Entre el grupo de figuras que se
comprende en el territorio de Pintados se advierte un mayor porcentaje de
motivos geométricos (137 aproximadamente), le siguen en proporción aquellas con
motivos humanos y un menor número de representaciones zoomorfas (cerca de 97).
Su
importancia para la arqueología chilena ha llevado a que estos cuenten con la
protección de entidades como el CONAF (Corporación Nacional Forestal)
quienes vienen gestando labores para
prevenir la destrucción de este legado prehispánico y con ello, la conservación
de los mensajes dejados por los creadores de los geoglifos, que están aún por estudiar.
Los
pocos estudios que se han realizado de los Geoglifos Pintados han dado pie a
una serie de hipótesis, tales como que aquellos habrían tenido una finalidad de
guía para quienes visitaran este alejado territorio en la época; conjeturas más
osadas han llegado a sugerir que serían una serie de señales extraterrestres.
Otros supuestos acerca de Pintados revelarían algún fin ritual e incluso que
serían símbolos de la pertenencia a su pueblo creador y con ello un anuncio de
ingreso hacia su territorio. Como existe un buen grupo de figuras geométricas
comprendidas en las manifestaciones de Pintados, se puede pensar, además, que
aquellos también responderían a un fin artístico propiamente dicho. De las
teorías anteriormente vertidas, la más factible parecería ser aquella que apoya
la función de guía de dichos geoglifos ya que la figura reconocida como rombo
escalonado, que es constantemente vista en varias representaciones
arqueológicas similares, servía para marcar circuitos caravaneros.
Quien
se encuentre interesado en llegar hasta los Geoglifos de Pintados deberá partir
desde Iquique hasta la Comuna de Pozo Almonte. Las excursiones hacia el lugar
se pueden llevar a cabo en cualquier momento del año y donde además de conocer
un importante legado prehispánico, el turista podrá disfrutar de la belleza paisajística del
trayecto y realizar la práctica de contemplación de la flora y fauna autóctona,
así como también la toma de fotografías.
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